En 1919, junto con el arribo a Chile de Benedicto Kocian, líder y monitor de deportes de Checoslovaquia, su patria, comienza a practicarse el voleibol en la Guay de Valparaíso. Kocian introdujo y popularizó este deporte en Chile. Años más tarde se le comenzó a llamar el padre del voleibol chileno.
Al principio el voleibol fue jugado en nuestro país como pasatiempo, practicándolo de preferencia extranjeros, socios de la Asociación Cristiana de Jóvenes. Sin embargo, también se contaron entre los cultores, en sus primeros balbuceos del voleibol nacional, algunas personalidades, como don Joaquín Lepeley, periodista porteño; don Humberto Molina Luco, ex intendente de Valparaíso y varios otros.
En Santiago comienza a practicarse en la Asociación Cristiana de Jóvenes, en donde al igual que en Valparaíso, el voleibol prende con gran entusiasmo.
Así, en 1930, después de varios torneos internos en la Guay de Valparaíso, se efectúa el primer campeonato interciudades entre los conjuntos de Santiago y Valparaíso.
En 1932 se desarrolla otro torneo más importante, en el que participan no sólo Santiago y Valparaíso, sino también un equipo del sur, Concepción. Todos ellos representativos de las Guays.
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